Creo que siempre entendemos por difamación el acto de decir una mentira de alguien o hacer algo muy escandaloso, pero realmente como definición según artículo 350 del Código Penal Federa “La difamación consiste en comunicar dolosamente a una o más personas, la imputación que se hace a otra persona física, o persona moral”. . .” de un hecho cierto o falso determinado o indeterminado que pueda causarle deshonra, descredito, perjuicio o exponerlo al desprecio de alguien”
Auch… esto quiere decir que todo aquello que comentemos, AUNQUE sea cierto es difamación si la intensión es en dejar mal a la otra persona.
Creo que esa era la intención real cuando la Biblia prohíbe la difamación (aparte de chisme y cosas así) y es que a veces alguien nos hace algo y como NO estamos diciendo mentiras sentimos la libertad de andarlo diciendo a hermanos, familiares o cualquier persona, con el “aparente” motivo de prevenir a los demás o de que se haga justicia, cuando lo que realmente estamos haciendo es chismeando y desahogando las ganas de ir corriendo a contarle a alguien.
Pero bueno, si yo se de alguien que tranzó o no es muy legal en sus tratos, ¿cómo le puedo advertir a un hermano que no haga negocios con él? Creo que es válido hacerlo en esas circunstancias, una vez más lo que Dios ve es el corazón, si el corazón es sinvero y las ganas son de advertir hasta en la forma de decirlo se sentirá de esa manera… la oración no va a comenzar con un “ay pues que creer bro” jajaja, o algo por el estilo. Más bien se hará un comentario serio y sin afán o intensión de desprestigiar a la persona.
La verdad está difícil porque a veces se nos calienta la boca y nos ofenden que tenemos que ir corriendo a decirlo a alguien más pero… ¿vale la pena? No creo, creo que como todo pecado, en el momento se disfruta pero una vez hecho viene el remordimiento.
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